lunes, 18 de abril de 2011

Un paso más.


Habían pasado meses desde que pise Londres, ya me iba acostumbrando a la vida de los europeos, a pesar de que no tenía todas las comodidades de las que estaba acostumbrada estaba contenta, había hecho amigos y sentía que iba madurando más rápido de lo pensado. 

Ahora tocaba pensar en estudiar, pues no iba a estar acá solamente para trabajar y pasarla bien, tenía que estudiar y eso lo tenía más que claro, sabía que con lo que ganaba jamás iba a poder estudiar nada, o sea, estudiar acá es tres veces más caro de lo que es estudiar en Sudamérica, así que ahí si me tuve que tragar mi orgullo y pedir ayuda a mi padre. 

Lo llame y le comente que quería estudiar, se sorprendió, pues nunca fui la alumna ejemplo en la escuela, y no lo pensó ni dos segundos y me dijo, busca la universidad que gustes, yo te la pagare. 
No dude ni un minuto en aceptar su propuesta, pues sabía que si no lo hacía nunca iba a poder estudiar acá, y mi idea de vivir acá no solo era pasarla bien, sino hacer una carrera. 

Empecé a buscar universidades, y ver cuál era la que más se adecuaba a mí, cada una más cara que la otra, o sea, que diablos te daban en esas universidades, hasta que fui a la London School of Marketing, desde que la pise supe que era para mí, pero el problema era si mi padre iba a querer pagármela, pues era el doble de lo  que se paga en una universidad en Sudamérica.
Averigüe todo lo necesario, y me lance en llamar a mi padre, me sorprendió mucho su respuesta pues me dijo que pagaría lo que tendría que pagar con tal de que yo estudiara. 

Estuve 2 meses preparándome intensamente para dar el examen de admisión, y cuando logre entrar a la universidad sabia que los meses que tenia viviendo ahí no iban hacer tan sorprendentes como los meses que iba a vivir en cuanto empezara a estudiar ahí.


domingo, 17 de abril de 2011

No era el paraíso.

Una siempre tiene la idea de que cuando estés en el lugar que tanto soñaste todo será perfecto, hasta que te das cuenta que estas en el lugar que tanto soñaste y no todo es color de rosa como lo pensaste. Fue así lo que me sucedió. 

Habían pasado dos semanas desde que había pisado Londres, vivía en un cuarto, no era horrendo, pero no era a lo que una estaba acostumbrada, eso era para mi el ultimo de mis problemas, pues el más grande era lidiar con encontrar un trabajo. O sea, tenia que trabajar y nunca en mi vida lo había hecho, tenia claro que tenia que hacerlo, se me iban acabando mis ahorros y no había forma de que llamara a mis padres para que me ayudaran, mi orgullo no me lo permitía, sabia que tenia que salir adelante sola. Fue ahí cuando cogí un periódico y empecé a salir por las calles de Londres en busca de trabajo, o sea, obviamente no pensaba buscar un trabajo de oficina y con las mil comodidades porque tan solo tenia 18 años, estuve dos días dedicándome a caminar 8 horas diarias en busca de algo, hasta que por fin alguien se apiado de mi y pues me dio trabajo, mesera en un bar, o sea, "mesera" helloooo, en mi vida yo pensaba trabajar de eso, pero tuve que tragarme mi orgullo y hacerlo, no me quedaba de otra. 

Ese día en cuanto regrese a casa me llamo mi padre a preguntarme que tal me iba, le conté que había conseguido un trabajo, pero no le dije de que, pues conociendo a mi padre jamás me iba a dejar trabajar en eso, pero mi orgullo no me permitía aceptar que el me diera dinero, pues, si yo había decidido aventurarme a esto, tenia que demostrarles que lo iba a poder hacer sola.

A la mañana siguiente me arregle y me fui a trabajar, fue un primer día difícil, pero a pesar de todo logre salir invicta. 
Fue después de ese día cuando llegue a mi cuarto y me senté en mi cama,  que me di cuenta que aunque estuviera en la ciudad de mi sueños, esto no era el paraíso. 

sábado, 16 de abril de 2011

Destino : Londres.

Diez años tenia cuando supe que yo no estaba hecha para vivir en Sudamérica, y desde esa edad tuve bien en claro que en cuanto pudiera no dudaría  ni un segundo en subir a un avión y aventurarme en vivir fuera. 

Tenia 17 años cuando les dije a mis padres que al cumplir la mayoría de edad, me iría a vivir a Londres, sonrieron y ni me respondieron, lo más seguro era de que pensaran que estaba loca y que era tan solo una de mis tantas ideas locas del montón. Empecé a preparar todo para mi viaje, aunque faltara aun un año, la idea de irme a vivir sola no me aterraba en lo más mínimo. 
Cuando faltaban tan solo 2 meses para que cumpliera la mayoría de edad, cogí mis ahorros de unos 4 años y compre mi pasaje sin decirle nada a nadie, ya tenia fecha, viajaba para allá una semana después de que cumpliera 18 años. 

Llego el "gran" día, ya era toda una mujer mayor de edad, y fue esa misma noche que junte a mis padres y a mis cinco hermanos mayores para decirles la gran noticia. Las reacciones fueron variadas, mi padre que es ingles como todo europeo estaba sereno, pero mi madre como toda mujer latina se volvió loca, mis hermanos me apoyaron cada uno a su manera, desde ese día las cosas con mi madre cambiaron.

Por fin, llego el día esperado, ya tenia todo listo para irme a mi aventura aunque mi madre aun seguía sin estar de acuerdo, igual me acompaño al aeropuerto, la despedida fue algo intensa pero a pesar de que sabia que no iba a verlos en buen tiempo no me entristecía, las ganas de irme eran más grande.

20 horas de viaje fue lo que tuve que soportar, pero cada hora vario la pena, pise el aeropuerto de Heathrow un 21 de Mayo del 2007 a las 6:35pm, me esperaba una conocida ahí, una amiga de mi padre la cual me iba hacer el favor de ayudarme a instalarme. Fue alrededor de una hora que anduve en auto hasta llegar donde iba a vivir, para mi era un paraíso, luego con el paso de los días me di cuenta que no lo era, pero eso era lo que menos me importaba, estaba en donde siempre soñé vivir, por fin estaba en Londres.